[Bunny Lake is missing, 1965, Otto Preminger]
La buena mano de Otto Preminger, que se hace notar especialmente en ciertos planos hacia el final de la película, y una acertada fotografía en blanco y negro de Londres en los 60, son lo único rescatable de "El rapto de Bunny Lake", que naufraga por culpa de un guión aburrido, en su mayor parte predecible, unos personajes horrorosos y unos actores en la misma línea.
Una buena premisa argumental (una niña desaparece, pero nadie recuerda haberla visto antes, ¿será real o imaginaria?), similar a la de "La dama del expreso" de Hitchcock y también utilizada con posterioridad, se atasca a partir de los 10 minutos de película, que se pone a balbucear entre el policíaco y el suspense psicológico sin saber sacar ningún provecho de los recursos de ninguno de ambos géneros.
Los actores están lamentables, empezando por Carol Lynley (la madre) y su registro insoportablemente frígido e inexpresivo. [ADVERTENCIA DE SPOILER] Keir Dullea (el hermano de la madre) está un poco mejor hasta que le cae el papelón de hacer de malo de la película, su pose de loco-esquizofrénico enajenado resulta ridícula y una copia barata de Anthony Perkins en "Psicosis". Y el pobre Sir Olivier en su rol de inspector pues aguanta como puede, aunque una piedra lo haría igual de bien. Por no mencionar a Noel Coward, un actor con visible talento pero encarnando aquí a un secundario completamente inútil que aporta absolutamente cero a la trama.
El desarrollo de la película es aburrido, las pesquisas de los protagonistas son lentas y no aportan la intriga necesaria, y cuando por fin se llega al giro final (Dullea, que supuestamente es un tarado, ha secuestrado a la niña para matarla, celoso porque le roba la atención de su hermana), durante 15 minutos el director fracasa estrepitosamente en su intento de crear un clímax hasta que llega la policía (que ha descubierto el pastel gracias a que el guionista no se lo podía haber puesto más fácil).
Una película decididamente fallida, a la que le falta una gran dosis de habilidad y originalidad para tratar un argumento que acaba solucionando tristemente con "el truco del loco".
Puntuación: 1,5 / 5
Lo mejor: La fotografía, y el guiño al Londres pop con el concierto de The Zombies por televisión
Lo peor: Difícil escoger, pero el aburridísimo desenlace
La buena mano de Otto Preminger, que se hace notar especialmente en ciertos planos hacia el final de la película, y una acertada fotografía en blanco y negro de Londres en los 60, son lo único rescatable de "El rapto de Bunny Lake", que naufraga por culpa de un guión aburrido, en su mayor parte predecible, unos personajes horrorosos y unos actores en la misma línea.
Una buena premisa argumental (una niña desaparece, pero nadie recuerda haberla visto antes, ¿será real o imaginaria?), similar a la de "La dama del expreso" de Hitchcock y también utilizada con posterioridad, se atasca a partir de los 10 minutos de película, que se pone a balbucear entre el policíaco y el suspense psicológico sin saber sacar ningún provecho de los recursos de ninguno de ambos géneros.
Los actores están lamentables, empezando por Carol Lynley (la madre) y su registro insoportablemente frígido e inexpresivo. [ADVERTENCIA DE SPOILER] Keir Dullea (el hermano de la madre) está un poco mejor hasta que le cae el papelón de hacer de malo de la película, su pose de loco-esquizofrénico enajenado resulta ridícula y una copia barata de Anthony Perkins en "Psicosis". Y el pobre Sir Olivier en su rol de inspector pues aguanta como puede, aunque una piedra lo haría igual de bien. Por no mencionar a Noel Coward, un actor con visible talento pero encarnando aquí a un secundario completamente inútil que aporta absolutamente cero a la trama.
El desarrollo de la película es aburrido, las pesquisas de los protagonistas son lentas y no aportan la intriga necesaria, y cuando por fin se llega al giro final (Dullea, que supuestamente es un tarado, ha secuestrado a la niña para matarla, celoso porque le roba la atención de su hermana), durante 15 minutos el director fracasa estrepitosamente en su intento de crear un clímax hasta que llega la policía (que ha descubierto el pastel gracias a que el guionista no se lo podía haber puesto más fácil).
Una película decididamente fallida, a la que le falta una gran dosis de habilidad y originalidad para tratar un argumento que acaba solucionando tristemente con "el truco del loco".
Puntuación: 1,5 / 5
Lo mejor: La fotografía, y el guiño al Londres pop con el concierto de The Zombies por televisión
Lo peor: Difícil escoger, pero el aburridísimo desenlace
Estoy de acuerdo con Raphus. 'El rapto de bunny Lake'(1965) es un título fallido en la filmografía de Preminger. La fotografía es magnífica(lo mejor de la película) y el desarrollo argumental resulta menguante, inexorablemente previsible, con un desenlace tedioso y desmedido. En definitiva, un filme sobrevalorado por algunos, de entre los cuáles no me incluyo.
ResponderEliminarPD
'El hombre de la armónica' es un blog que acabo de descubrir y me parece muy interesante, cuyas entradas resultarán prometedoras. Así lo espero. Le felicito por su admirable dedicación.
Sr. Freud.
Gracias por el comentario y por la visita :)
ResponderEliminarun saludo