24 de marzo de 2012

Fausto (Aleksandr Sokurov)

[Faust, 2011, Aleksandr Sokurov]

Hitler, Lenin y el emperador Hiro-Hito fueron los personajes centrales de tres películas de Aleksandr Sokurov (“Moloj", “Taurus" y “El Sol”, quizá las más conocidas por el público junto con "El arca rusa”, su particular revisión de la historia de su país en un único plano secuencia). Ya resultaba ambicioso realizar un filme acerca de estas figuras, tan controvertidas como complejas, y basarse en una de las mayores obras de la literatura universal para cerrar una tetralogía sobre la naturaleza del poder dice mucho de la ambiciosa personalidad de Sokurov, uno de los cineastas más únicos e inimitables del panorama actual.

Bella y poética en sus imágenes, espléndidas, encierra sin embargo fealdad y oscuridad bajo ellas. El Diablo, naturalmente, es el primer exponente de esa vileza y suciedad. A diferencia de otras adaptaciones en que se lo caracteriza como un noble apuesto, aquí es un viejo prestamista grotesco y repugnante. La muerte como símbolo de lo más doloroso y fatigoso a lo que se enfrenta el ser humano está presente a lo largo de todo el film, desde la magnífica secuencia inicial en que la cámara desciende de los cielos hasta la miserable ciudad terrenal donde acaba encuadrando a un cadáver en descomposición que el doctor Fausto disecciona. En el otro extremo está Margarita, una criatura angelical, de cuento de hadas, encarnando la inocencia y la pureza.

En un inusual formato 1:37, “Fausto" está adornada por una estupenda dirección de arte y una fotografía mágica, de acuarela. Inspirado en paisajistas ingleses y alemanes, Sokurov realiza una minuciosa y realista reconstrucción histórica de una villa alemana de principios del siglo XIX. El cineasta ruso sigue evidenciando la estrecha conexión que tiene su cine con la pintura; sin embargo, esta película tiene menos poética y estética que otras de Sokurov, y mucha más narrativa y diálogo. "Fausto", flamante ganadora del último León de Oro, es una película delirante, grandilocuente, atrevida. Y por cierto, de las más entretenidas, incluso divertidas, de su director (aunque parezca un oxímoron), y de las más fáciles de ver, sin abandonar la profunda carga espiritual y en análisis de la esencia humana que son habituales en él.

Puntuación: 4 / 5

Lo mejor: una película fantástica para quien todavía le tenga miedo a Sokurov.

Lo peor: en algunos momentos se pierde y divaga demasiado.

1 comentario:

  1. La adaptación del «Fausto» de Sokurov se toma demasiadas licencias, pero el resultado en general convence y consiguen trasladarse satisfactoriamente algunos de los símbolos que ideó Goethe. Pero lo mejor es el trato que se hace de la relación entre Margarita (clavada) y Fausto por un lado y la captación de los paisajes, la saturación de los colores, las sensaciones lumínicas por el otro. Por lo demás, estoy de acuerdo con usted en que divaga demasiado.
    Un saludo.

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